Así es el proyecto inmobiliario y hotelero de US$80 millones que tendrá Santander
Un proyecto inmobiliario de US$80 millones (unos $320.000 millones) se construye cerca a Barichara y promete renovar el sector hotelero y de vivienda de esa región de Santander.
Se trata de Chimaná Village, que incluye además un complejo habitacional y un hotel de talla global, el cual iniciará sus entregas durante el primer semestre de 2024.
De acuerdo con los empresarios detrás del proyecto, este desarrollo se ubica en un área de más de 30 hectáreas entre los municipios de Cabrera y Barichara, pueblo declarado monumento nacional en 1978.
La construcción se compone de cuatro complejos habitacionales, un club house y un hotel de 72 habitaciones de categoría premium de una de las principales cadenas hoteleras del mundo.
¿Cómo invertir en proyecto inmobiliario y hotelero en Santander?
De acuerdo con Álvaro Vega Meyer, CEO de Chimaná Village, esta región del país se consolida como un destino emergente para invertir capital nacional y extranjero en propiedades de lujo.
De hecho, durante el 2023, el proyecto abrió mercados de Europa gracias a su participación en el Salón Inmobiliario de Madrid y terminó el año con su participación en un evento clave de Shanghai.
“Vemos que no solo en nuestro país, sino también en mercados internacionales como Europa y Asia hay una demanda importante en adquirir proyectos con potencial crecimiento, alta valorización, más exclusivos y en destinos emergentes y privilegiados”, anotó Vega.
Le puede interesar: Bienes raíces en EE. UU.: ¿Qué es el multifamily y por qué es tan atractivo?
Sumado a lo anterior, el empresario confirmó que el desarrollo del proyecto inmobiliario y hotelero de Santander generará más de 300 empleos directos y 120 indirectos.
De otro lado, explicó que hay varias opciones para invertir en esta iniciativa, de cara a sus primeras entregas.
La primera incluye adquirir la propiedad de forma completa, mientras que la segunda implica comprar solo una parte -mediante esquema de multipropiedad-, a lo que se ha denominado fracciones o cupos de participación.
Esta última permite que los inversionistas adquieran el 4 % del inmueble, con un derecho de siete noches al año en baja temporada y una rentabilidad por alquilarlo durante temporadas medias y altas.
