Sin transmisión de energía, no hay transición energética: Grupo Energía Bogotá
En el camino hacia la transición energética, en pro de cumplir con las metas de descarbonización de Colombia a 2050, y del mundo, el rol de la transmisión de energía es vital para alcanzar ese objetivo. ¿Qué papel cumple el Grupo Energía Bogotá (GEB) en esto?
Lo anterior porque, según el GEB, es a través de una infraestructura flexible y moderna -como la que construye su filial Enlaza en diferentes regiones del país- que las energías renovables podrán llegar a los centros de distribución y consumo.
Y es que con la entrada de las energías renovables como la eólica, solar, nuclear o geotérmica, es importante para el país trabajar en pro de la seguridad energética, permitiendo reducir los costes del suministro, las emisiones ambientales y otras variables a considerar en el ciclo de la energía.
Valora Analitik, en entrevista con Juan Jacobo Rodríguez, director de Planeación y Control de Enlaza, la filial del GEB que gestiona en Colombia los activos de transmisión de energía eléctrica y construye los proyectos de este tipo, reveló más detalles sobre la importancia que tiene la transmisión de energía en la tan buscada transición energética.
“(…) En este proceso de transición energética -donde se busca incorporar en las matrices energéticas de los países recursos mucho más limpios y, así, disminuir el uso de los combustibles fósiles- las energías renovables normalmente están en zonas lejanas y la forma de transportarla a los centros de consumo es a través de las líneas de transmisión”, indicó Rodríguez.
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Por ejemplo, en el caso colombiano, se puede ver que los recursos del viento (eólica) y el sol (solar) se encuentran ubicados muy al norte del país y los centros de consumo están al interior.
El experto planteó que como los solares y eólicos son variables, para poder compensar la variabilidad se requieren más redes y mayor flexibilidad en el sistema para conectarlos y así brindar la firmeza que este requiere.
“Claramente, las redes son esa columna vertebral en ese proceso de transición energética ya que es la que nos permite incorporar esos recursos renovables y traer esa energía a los centros de consumo. Adicionalmente, el tener suficientes redes conectando diversos recursos de generación nos permite mayor confiabilidad y seguridad, que es lo que está esperando la demanda”, destacó el representante de Enlaza del Grupo Energía Bogotá.
Para Juan Jacobo Rodríguez el norte del país va a ser un “hub” energético, porque tiene un gran potencial de recursos renovables que se podrán explotar gracias a la conexión que ofrecerá la línea de transmisión Colectora (en La Guajira y el Cesar).
“Es el proyecto clave en esa transición energética del país, porque es el que va a permitir la incorporación de los primeros 1.050 megavatios y otros 900 megavatios, aproximadamente, que se van a estar conectando en Cuestecitas. Esta infraestructura va a permitir la llegada de esa energía hacia los centros de consumo que están ubicados al interior del país”, precisó Rodríguez.
Agregó que el Grupo Energía Bogotá tiene una de las apuestas más firmes en todo este proceso de transición energética y es así como ha definido una estrategia de dividir a Colectora en dos líneas (Colectora–Cuestecitas y Cuestecitas–La Loma) para poder avanzar de la mejor manera en su ejecución. Así, se permitirá al sistema comenzar a percibir los beneficios de esta infraestructura.
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“Estimamos que hacia el primer semestre de 2025 tengamos en operación el primer tramo del proyecto entre la subestación Cuestecitas y La Loma; y así ya el sistema pueda comenzar a recibir los beneficios de los parques eólicos que se van a estar conectando”, estimó el ejecutivo de Enlaza.
Entre tanto, Juan Ricardo Ortega, presidente del GEB, ha insistido en que el primer gran reto de Colombia para la transición energética –camino por el cual se quiere y necesita avanzar y es línea bandera del Gobierno actual– es la gran necesidad de capital, de recursos, que se requiere para desarrollar los proyectos actuales y los que se planeen a futuro.
“Hay que reconocer un primer reto que tiene el sector y son las grandes necesidades de capital. Es importante que la gente entienda que aquí está el ahorro del país; si no cuidamos la capacidad de financiar estos proyectos y de poder endeudarnos barato, la transición va a ser una ficción”, subrayó Ortega.
Es clave mencionar que, en Colombia, en transmisión, el Grupo Energía Bogotá es el número dos en transporte de energía eléctrica con 1.690 kilómetros de líneas en operación y más de 2.300 kilómetros en construcción.
