Diálogo político y levantamiento de sanciones en Venezuela: objetivo de cumbre en Bogotá
Desde la llegada del presidente de Colombia Gustavo Petro se volcó la opinión pública sobre Venezuela y ahora el país busca ser un protagonista regional destrabando la problemática política, social y económica más profunda que vive actualmente América Latina.
En aras de esos esfuerzos del presidente Petro, este martes se celebra en Bogotá la ‘Conferencia Internacional sobre la situación política en Venezuela’, un escenario de diálogo que contará con la presencia de Estados Unidos, la Unión Europea, delegaciones de América Latina y hasta ambas fuerzas políticas del vecino país.
La intención del encuentro ha sido dibujada: arar el camino para que se destrabe el diálogo político en México -en pausa desde noviembre- y también poder levantar las sanciones económicas que pesan sobre el vecino país.
¿Qué puede esperarse de la cumbre por el diálogo en Venezuela?
Sobre el papel, parece que todos los involucrados están interesados en el desarrollo de esta cumbre por el diálogo en Venezuela. La oposición del vecino país y el gobernante Nicolás Maduro ya dieron su visto bueno a la realización de esta cumbre.
Esta cumbre por el diálogo en Venezuela se posiciona como la muestra ejemplar del giro político en Colombia, ya que antes se priorizaba -junto con otros países- una especie de cerco diplomático para presionar por la salida de Maduro del poder.
Vale recordar que este giro comenzó desde el pasado septiembre con el restablecimiento de las relaciones diplomáticas y comerciales entre Colombia y Venezuela, una de las promesas de campaña de Gustavo Petro.
Desde allí a la fecha, Petro y Maduro se han reunido en cinco ocasiones y “repasado la agenda bilateral”.
Para Alejandro Bohórquez-Keeney, docente de planta de la Universidad Externado, lo que puede esperarse de esta cumbre es un mayor acercamiento entre Colombia y Venezuela.
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“Sabemos que en esta región todavía pesa mucho la cuestión ideológica y en eso, Petro y Maduro se dan la mano. Se puede esperar un mayor acercamiento, como tratar de subsanar las tensiones de presidencias anteriores”, argumentó Bohórquez-Keeney.
Por otro lado, para Nastassja Rojas, docente de la Universidad Javeriana, “para efectos reales sobre la situación interna de Venezuela creo que las expectativas generadas hacia afuera han sido muy altas cuando realmente es posible que se logre muy poco”.
“Esto es más un diálogo para un diálogo, aquí no se van a llegar a acuerdos”, remarcó Rojas.
Para la analista, una de las cosas que más le preocupa es que todo apunta a que será solo “una forma de legitimar unas elecciones hechas nuevamente a la medida del régimen y ya con ello Maduro se quita de encima la discusión sobre su legitimidad”.
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Vale recordar que, en su momento, gran parte de la comunidad internacional rechazó las elecciones generales de Venezuela (2018) en donde Nicolás Maduro se hizo con la reelección. Esto, argumentando la falta de garantías y sospechas de corrupción.
No obstante, con el paso del tiempo, la fallida presidencia interina de Juan Guaidó y la búsqueda de recursos como el crudo, una buena medida de la comunidad internacional ha comenzado a cambiar el discurso, entre esas algunas potencias como la Unión Europea o Estados Unidos.
¿Es viable un levantamiento de las sanciones contra Venezuela?
El presidente de Colombia, Gustavo Petro, se reunió esta semana con su homólogo estadounidense Joe Biden, donde entre los temas que se tocaron estuvo la cuestión Venezuela.
Al término de la cita, Petro aseguró que las conversaciones de la cumbre, así como las del diálogo político en México, gravitaran alrededor de dos rieles que se pudieran impulsar progresivamente.
“Uno, el cronograma electoral venezolano con garantías; la entrada de Venezuela al Sistema Interamericano de Derechos Humanos, que es la propuesta colombiana y, por el otro riel, una desactivación paulatina y progresiva de sanciones”, dijo Petro.
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Esto, con el fin de llegar a 2024, año de las elecciones presidenciales, en donde “el pueblo decida libremente, sin sanciones, sin presiones, su propio destino social y político”.
Sin mencionar mayores detalles de estas palabras del Petro, la declaración final de ambos gobiernos solo señala, de forma escueta, un mutuo compromiso por resolver la causa Venezuela.
“La verdad es que el levantamiento de las sanciones a Venezuela será realmente cuando Estados Unidos lo decida. La relación Colombia – Estados Unidos es muy asimétrica y si Biden lo termina haciendo, probablemente sea por otras razones”, apuntó Bohórquez-Keeney.
Por otro lado, Rojas ve más viable el levantamiento de las sanciones contra Venezuela, ya que Estados Unido sigue enfrentado a Rusia y a su influencia regional, condiciones por las que pareciera estar dispuesto.
“Sin embargo, el mismo Nicolas Maduro respondió que lo estaban chantajeando con el diálogo y que no lo iba a permitir. Esta podría ser la excusa perfecta para estancar el dialogo interno, tal como en la ocasión anterior”, comentó Rojas, también experta en Derechos Humanos.
Para la analista, en esta ocasión, Colombia es el mayor interesado y será su punto prioritario en la agenda. “Necesita sí o sí el levantamiento de las sanciones para su propia agenda interna, incluido Monomeros”.
¿Petro se consolida como un líder regional tras esta cumbre?
Desde antes de su asenso a la presidencia de Colombia, Gustavo Petro se estaba proyectando, de acuerdo con los analistas, como un nuevo líder regional.
Toda vez que su período presidencial coincide con el ascenso de una nueva ola de la izquierda política en América Latina, más moderada, pero muy heterogénea, la mayor diferencia frente al ciclo de Hugo Chávez y Evo Morales, entre otros.
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“Claramente, el rol de líder regional, al menos a nivel latinoamericano parece estar vacante y Gustavo Petro ha buscado ocuparlo incluso desde la candidatura. Por esa razón su discurso se mueve con los mismos intereses de agenda internacional”, explicó Nastassja Rojas, docente de la Universidad Javeriana.
Sin embargo, para Rojas, en el tema de Venezuela su interés va mucho más allá y sus prioridades son otras.
“Necesita generar unas condiciones específicas para poder avanzar en las negociaciones con el ELN y los acuerdos económicos que quiere hacer con el régimen de Maduro”, puntualizó la analista.
