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Estos son los 11 puntos del documento del FMI sobre Colombia

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En un documento que analiza la actualidad de la economía colombiana, el Fondo Monetario Internacional (FMI) estableció 11 puntos que considera prioritarios para el Gobierno Nacional.

Entre ellos se encuentran puntos como la recuperación del PIB, déficit de la cuenta corriente, la migración desde Venezuela, riesgos para las exportaciones, metas fiscales, reformas estructurales, entre otros.

Estos son los 11 puntos del documento:
 

1. La recuperación de Colombia está ganando impulso a pesar de la desaceleración del crecimiento mundial. Liderada por la demanda interna, la actividad económica se está acelerando en 2019. Se espera que el crecimiento aumente a un 3½ por ciento desde el 2.7 por ciento en 2018, respaldado por un fuerte consumo privado y una esperada recuperación en la inversión empresarial, ya que las políticas han seguido siendo favorables.

Contra la demanda externa más débil de lo esperado y los precios volátiles del petróleo, las perspectivas resilientes de Colombia se benefician del apoyo moderado y continuo de la política monetaria, una menor carga fiscal para las empresas de la Ley de Financiamiento y un mayor gasto fiscal. Los flujos migratorios sustanciales desde Venezuela se han sumado a la demanda, especialmente para los servicios. Junto con una economía en expansión, el crecimiento del crédito, especialmente para las empresas, también debería mejorar. La inflación terminó el año cerca del objetivo de inflación del Banco Central y las presiones sobre los precios permanecen contenidas.

 

2. Con el crecimiento impulsado por la demanda, los desequilibrios externos se están ampliando. El déficit en cuenta corriente fue de 3.8 por ciento del PIB en 2018 y es probable que los desequilibrios externos se mantengan elevados este año, ya que la recuperación de la demanda interna ha estimulado las importaciones, incluso para bienes de inversión, mientras que las exportaciones no petroleras siguen siendo lentas.

Sin embargo, la cuenta corriente ha sido financiada cómodamente, principalmente por una inversión extranjera directa estable y entradas de cartera sólidas de una base de inversionistas extranjeros más diversificada. Sin embargo, en ausencia de acciones políticas adicionales o precios más altos del petróleo, el ajuste externo para reducir apreciablemente el déficit comercial y de cuenta corriente será un desafío a mediano plazo.

 

3. Colombia se mantiene en primera línea en respuesta a la grave crisis humanitaria en Venezuela. Sorprendentemente, más de un millón de migrantes de Venezuela residen actualmente en Colombia y muchos más han pasado por el país en tránsito o han cruzado la frontera temporalmente.

Es digno de encomio que Colombia haya demostrado un compromiso inquebrantable de brindar apoyo humanitario como atención médica, educación, así como el otorgamiento de derechos laborales a los migrantes para ayudarlos a integrarse en la economía. Los costos fiscales asociados se estiman en alrededor del 1/2% del PIB en el corto plazo.

Mirando más allá de los costos de ajuste a corto plazo, los flujos migratorios recientes deberían aumentar con el tiempo el potencial de crecimiento de Colombia.

 

4. Mayores riesgos externos pueden pesar en la recuperación. El menor crecimiento global, en medio del aumento del proteccionismo, plantea riesgos para las exportaciones de Colombia. Y mientras que las expectativas del mercado para tasas de interés más altas en los Estados Unidos han retrocedido, un ajuste repentino en las condiciones financieras globales sigue siendo un riesgo.

En el frente interno, el rebote proyectado en la inversión de las empresas colombianas puede no materializarse completamente, particularmente si el gasto en infraestructura y la construcción siguen siendo lentos.

 

Aumento de los desafíos fiscales en el horizonte

5. La política fiscal debería adoptar una postura ampliamente neutral en 2019. En un contexto de robusto crecimiento de la demanda interna y ampliación de los déficits externos, el gobierno central debe reducir el déficit fiscal al 2,4 por ciento de acuerdo con la regla fiscal.

Sin embargo, si los costos fiscales de la migración resultan ser más grandes y más persistentes, la flexibilidad dentro de la regla a través de la cláusula de escape puede considerarse bajo condiciones estrictas para salvaguardar el Marco Fiscal de Mediano Plazo (MFMP).

En el nivel subnacional, un mayor gasto de los gobiernos locales, que tienen más espacio fiscal dado en el pasado en la ejecución de sus presupuestos, puede proporcionar un estímulo útil para la recuperación en curso.

 

6. Los crecientes desafíos fiscales se acercan y requerirán esfuerzos de política estructural. En el corazón de los sólidos marcos de política de Colombia, el MFMP incluye el objetivo de déficit estructural de la regla fiscal del 1% del PIB para 2022.

Dentro de esta reducción presupuestaria restrictiva, las presiones de gasto de los costos fiscales relacionados con la migración pueden persistir por algún tiempo. Mientras tanto, la Ley de Financiamiento debe impulsar la inversión, pero puede llevar a un déficit de ingresos a medida que se realicen cargas fiscales corporativas más bajas a partir de 2020 en adelante. En este contexto, Colombia debería considerar emprender medidas estructurales, tanto en ingresos como en gastos, para reforzar su MSMP:

  • Los esfuerzos constantes para elevar los ingresos fiscales estructuralmente crearían un espacio fiscal. Un objetivo a mediano plazo para aumentar gradualmente los ingresos fiscales recaudados por el gobierno central en un 2-3 por ciento del PIB ayudaría a proteger el gasto clave en inversión y programas sociales, a crear reservas fiscales y a reducir el endeudamiento público a mediano plazo. Las medidas incluyen la simplificación de impuestos, como la eliminación de muchos regímenes preferenciales para las empresas; ampliación de la base para los impuestos sobre la renta personal y el IVA, con la debida atención a la progresividad y la protección de los pobres; y mejorar la eficiencia de la administración y recaudación tributaria. Aquí, la misión acoge con satisfacción los esfuerzos de las autoridades para mejorar los sistemas de TI, el personal y la capacitación de la Dian.
  • El enfoque de las autoridades en la eficiencia del gasto es bienvenido e importante. Deben buscarse mejoras en la eficiencia en línea con las recomendaciones hechas por la comisión de expertos en gasto, incluida una mejor focalización de los subsidios a la energía y una selección más sólida de proyectos para la inversión pública. La misión acoge con satisfacción la propuesta en el plan nacional de desarrollo para unificar el proceso presupuestario para mejorar la coherencia e integrarlo con los programas a medio y largo plazo.

 

Acomodamiento monetario apropiado y acumulación de reservas.

 

7. La política monetaria moderadamente acomodaticia proporciona un apoyo útil a la demanda. Se proyecta que la inflación termine en 2019 en 3.2 por ciento, cerca del objetivo del Banco Central. Si bien los choques de oferta podrían llevar a presiones de precios temporales, la inflación de servicios debería disminuir aún más.

Dada la inflación cercana a la meta, las expectativas de inflación ancladas y la brecha de producto negativa que prevalece, la política monetaria debe permanecer acomodaticia. Si los mercados crediticios y el PIB se fortalecen como se esperaba, la política monetaria puede cambiar a una postura menos acomodaticia en la segunda mitad del año.

 

8. El programa de acumulación de reservas del Banco Central es un paso proactivo para crear reservas externas. Las reservas actualmente son adecuadas de acuerdo con las métricas estándar del FMI, pero tendrán que aumentar con el tiempo para proporcionar un amortiguador suficiente ante las crecientes necesidades y riesgos de financiamiento externo.

El mecanismo basado en el mercado del programa ha permitido la acumulación de US$1.200 millones en reservas sin interrumpir el buen funcionamiento del mercado de divisas, al tiempo que permite que el tipo de cambio flexible siga siendo la primera línea de defensa contra los choques externos.

Además, en una transacción única en febrero, el Banco Central compró US$1.000 millones del Tesoro a la tasa de mercado vigente. A medida que la economía se fortalece, las reservas acumuladas deben continuar esterilizándose, según sea necesario, para mantener la inflación cerca de la meta.

 

Fortaleciendo la estabilidad financiera y promoviendo el crecimiento

9. El ciclo crediticio de Colombia debería mejorar junto con su recuperación económica. El crecimiento del crédito debería recuperarse con la recuperación de la inversión y, a medida que disminuyan los préstamos improductivos (NPL). A pesar del deterioro de la calidad crediticia en el primer semestre de 2018, los bancos siguen bien capitalizados con provisiones estables y muestran una mayor disposición a prestar.

Dados los NPL elevados, el supervisor financiero (SFC) debe permanecer alerta y ser proactivo para garantizar que los activos problemáticos continúen aprovisionados de manera suficiente. El SFC se compromete a continuar supervisando de cerca la cartera de préstamos modificada para evitar la acumulación de exceso de riesgo de crédito.

 

10. Los esfuerzos continuos de las autoridades para fortalecer la estabilidad financiera y mejorar el marco regulatorio son bienvenidos. La Superintendencia Financiera presentó un nuevo cronograma para implementar la Ley de Conglomerados y los estándares de capital de Basilea III. La misión apoya los plazos de las autoridades y destaca la importancia de adherirse a ellos.

El plan para introducir gradualmente reservas de capital adicionales durante un período de cuatro años es apropiado y debería evitar cuellos de botella en el suministro de crédito al tiempo que se fortalece la estabilidad financiera. Dado que la relación de capital se redefinirá en 2020, mientras que las reservas de capital adicionales solo se introducen gradualmente, una mayor vigilancia supervisora ​​sería apropiada durante el período de transición.

 

11. Se necesitan reformas estructurales para impulsar el crecimiento inclusivo y mejorar la competitividad externa. Colombia ha logrado un progreso impresionante en la reducción de la pobreza y la desigualdad en los últimos quince años. Los subsidios mejor focalizados, el cierre de las brechas de infraestructura y la reducción de los desajustes de habilidades ayudarían a cimentar los beneficios sociales.

El énfasis en el espíritu empresarial y la mejora del entorno empresarial cobran una importancia renovada dada la necesidad de fortalecer la competitividad externa. Fortalecer el estado de derecho y reducir la corrupción es también un desafío importante.

El plan nacional de desarrollo identifica acertadamente muchos de estos problemas, proporcionando una hoja de ruta estratégica para las reformas, incluida la lucha contra la informalidad, la mejora de la eficiencia y la mejora de la productividad.

Además, la reforma de las pensiones que mejora la progresividad y la cobertura al tiempo que garantiza la sostenibilidad de los beneficios de las pensiones sigue siendo crucial.

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