La Oficina de Trabajo de Estados Unidos (BLS, en inglés) publica este martes el dato de la inflación de enero, con las miradas fijas en la expectativa sobre si continuará su desaceleración en la primera economía del mundo.
Vale la pena recordar que la inflación en Estados Unidos cerró el 2022 en 6,5 % y las estimaciones plantean, en líneas generales, una leve reducción al 6,2 %.
Al mismo tiempo, se prevé que la inflación subyacente, aquella que excluye alimentos y energéticos, caiga al 5,5 % desde el 5,7 % anterior de finales de año.
Los mercados estarán atentos al dato final en aras de evaluar cómo será la política monetaria de la Reserva Federal, ya que, tras el dato de la robustez del mercado laboral, ha reforzado su mensaje de continuar con la política alcista de las tasas de interés.
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“Los datos de EE. UU. en enero deberían ser sólidos en todo momento, en gran parte gracias a las condiciones mucho mejores en comparación con diciembre”, explicaron desde el equipo para las Américas de ING Research.
Desde esta entidad prevén un ligero aumento de la inflación mensual en 0,5 % en su tasa general y un 0,4 % para la subyacente.
“Las ventas de automóviles y vivienda deberían contribuir a poner un piso a la inflación subyacente por ahora, pero creemos que estos dos componentes comenzarán a disminuir de manera más pronunciada a partir de mediados del segundo trimestre”, señalaron.
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Por su parte, Edward Moya, analista senior para las Américas de la consultora Oanda, explicó que “no hay margen de maniobra en los datos de inflación”.
“Un pequeño revés podría ser un gran golpe y dejar al menos dos alzas más (de tasas de interés), o tal vez más. Lo que hace que este comienzo de semana optimista sea aún más intrigante”, apuntó.
Previo a la revelación del dato, los mercados tuvieron un buen día en los mercados. El Dow Jones creció en 1,11 %; el S&P 500 hizo lo propio con 1,14 % y el Nasdaq repuntó 1,84 %.